La Habana (PL).- Los deportes electrónicos (eSports) evidencian cómo la tecnología transforma la vida humana y su posible inclusión en las Olimpiadas representa un paso significativo para legitimarse ante la sociedad.
La industria del ocio en consolas y computadoras es tan exaltada como vilipendiada, pues representa un fenómeno relativamente nuevo y los científicos difieren en cuanto a sus beneficios o perjuicios a la salud humana.
Pero existen cualidades innegables, ya que los deportes virtuales involucran tiempos de reacción y cambios de estrategia a una velocidad casi sobrehumana, reconocen expertos.
En menos de un segundo los jugadores se ven obligados a cambiar por completo sus planes de combate -al ataque o defensivos- y así el resultado de la partida.
Además, el nivel competitivo y de dificultad de los videojuegos es algo que, para muchos, los hace uno de los deportes del futuro, y por eso se abrió la discusión para elevar algunos a la categoría olímpica.
De hecho, Rob Pardo, director creativo de la empresa de videojuegos Blizzard, una de las más importantes en el mundo, aseguró en 2014 que hay argumentos para que los eSports se incluyan entre las modalidades por medallas de la cita deportiva más importante del planeta.
Según el directivo de la compañía creadora de los archiconocidos World of Warcraf, Diablo y Overwatch, en los deportes electrónicos se muestran habilidades competitivas.
«Los jugadores tienen reflejos realmente elevados, para lo cual tienen horas y horas de entrenamiento, y la capacidad de tomar decisiones muy rápidas sobre la marcha», argumentó Pardo.
Por otra parte, el videojuego a nivel competitivo tiene un público creciente y sus profesionales han demostrado estar a la altura de lo que se espera de un deporte olímpico.
¿COSA DE JOVENES?
Es incuestionable la relación de los videojuegos con los jóvenes de hoy, específicamente con la generación «millenial», nacidos después de 1980, en los albores del siglo XXI y familiarizados con la informática desde edades tempranas, al punto que hoy su vida es impensable sin una computadora, un móvil y conexión a Internet.
Varios individuos de este grupo etario hicieron grandes fortunas en un mundo en crisis económica apostando por las nuevas tecnologías, y crearon nuevas formas de empleo, de comunicación y de interacción principalmente basadas en la web.
Los jóvenes del tercer milenio han modificado de alguna manera el turismo, la educación y la industria del entretenimiento en todo el planeta, por tanto, sus contribuciones sobre los deportes no se hacen esperar.
Ya durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro-2016, los eSports estuvieron presentes como demostraciones competitivas, pero no como modalidades oficiales.
Además, se incluirán en los Juegos Asiáticos de 2018 y 2022, pero todavía se desconoce si será como deporte de exhibición o una competición que tributará al medallero.
Por otra parte, prominentes clubes de fútbol, como el Paris Saint Germain francés o el Manchester City británico, están invirtiendo y creando equipos para la competición virtual.
PROXIMA META: PARÍS-2024
El programa de los Juegos Olímpicos de la capital francesa, en 2024, podría el primera vez que incluya los sSports como deporte oficial, lo cual, de concretarse, marcaría un hito en la historia.
Los responsables de París-2024 anunciaron que se reunirán con representantes de los deportes electrónicos en sus diferentes especialidades, para conversar y entender mejor por qué los torneos profesionales de videojuegos se han convertido en un éxito tan grande y cuál es el proceso detrás de ellos.
El copresidente del comité organizador francés, Tony Estanguet, afirmó: «tenemos que mirarlo porque no podemos decir que eso no es para nosotros ni para las Olimpiadas».
«Los jóvenes de ahora están interesados en los eSports así que es nuestra obligación estudiarlo», resaltó.
De esta forma, los juegos de video se suman a una lista de actividades muy comunes para todo el mundo que buscan ser consideradas olímpicas, como es el caso del surfing o la escalada, incluidos en la cita de Tokio-2020.
CONDICIONES PARA ENTRAR A CITAS OLÍMPICAS
Recientemente, el propio Comité Olímpico Internacional (COI) hizo declaraciones oficiales sobre la apertura a los juegos electrónicos y sus implicaciones o limitaciones desde el punto de vista de la institución.
El presidente del COI, el alemán Thomas Bach, admitió que su organismo está considerando que los eSports pasen a ser disciplina deportiva en los Juegos Olímpicos, pero con la condición de que no sean violentos. «Queremos promover la no discriminación y la paz entre los pueblos, algo que no se corresponde con ciertos videojuegos en los que hay explosiones y muertes, así que hay que trazar un límite claro», declaró al diario chino Morning Post.
Indicó que el COI busca llegar más a la generación «millenial» a través de los deportes electrónicos, dado su estelar avance entre los más jóvenes, sin embargo, lo hará con precaución, y por ello podría considerar productos que reflejen modalidades de la vida real como el fútbol o el baloncesto.
Por otra parte, opinó que los eSports son «una industria muy importante, pero todavía no está realmente organizada, por tanto es todavía muy temprano para determinar con certeza su inclusión en los eventos por medallas de París-2024.»
«Tendrían que estandarizarse y asentar ciertas normativas en materias como la lucha antidopaje, los reglamentos técnicos o los deberes de los competidores contra sus rivales», adelantó.
Con la vista en el futuro, el presidente de la propuesta para las Olimpiadas de Los Ángeles-2028, Casey Wasserman, declaró que su equipo «es consciente de la importancia mundial que están adquiriendo los eSports y sus continuos avances tecnológicos».
A su criterio, esa modalidad puede servir para «volver a conectar a millones de personas con el movimiento olímpico».
Con cada vez más adeptos a la tecnología, los juegos electrónicos y la realidad virtual no son una opción a considerar, sino una oportunidad para diversificar y revolucionar el deporte de alto nivel.
Su entrada a las Olimpiadas, aunque tiene muchos retos por delante, marcha por el camino correcto y el COI no puede hacer oídos sordos a esa realidad.